“Hoy el DNU está vigente, tenemos que darlo de baja este mes. A pesar de que hace poco que asumió el gobierno, no se puede recurrir a la prudencia. Tenemos que actuar porque muchas de las medidas expresadas en el Decreto de Necesidad y Urgencia son catastróficas”, señaló el diputado nacional Pablo Yedlin ante más de un centenar de dirigentes de gremios y sindicatos, representantes de la universidad, la cultura, de la salud, integrantes de la industria farmacéutica, referentes de clubes deportivos y diversos sectores damnificados por el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23 del gobierno de Javier Milei, reunidos en la Librería El Griego.
Yedlin explicó que la historia de los DNU está asociada a los tiempos de gobiernos militares que gobernaban prescindiendo del Congreso, y agregó que “desde Alfonsín en adelante la Democracia ha usado la herramienta del Decreto solo de manera excepcional. A partir de la reforma del 94 se le da sustento a la idea de que en situaciones excepcionales como guerras o pandemias el presidente podría legislar, suplantando temporariamente el rol básico del Parlamento”.
A su vez explicó que el Poder Ejecutivo tiene 10 días para enviar el DNU al Congreso para que la Comisión Bicameral de trámite Legislativo determine si es válido o no. “Luego pasa a las Cámaras para ser tratado en Senadores y en Diputados. SI ambas cámaras lo rechazan, el DNU pierde vigencia. Si una cámara lo aprueba el DNU sigue vigente”.
Yedlin señaló que el “DNU es inconstitucional en varios aspectos, declara la emergencia económica, social e institucional, sin razones reales, desregula la economía dándole poder a las empresas y debilitando a los ciudadanos, avanza sobre la idea de privatizar todas las empresas que controla el Estado, flexibiliza las relaciones laborales que por ahora está frenado, también desregula importaciones, libera precio de combustibles, habilita la libertad de cielos para que empresas extranjeras puedan hacer vuelos de cabotaje en nuestros país, modifica la Ley de Alquileres”.
Luego Yedlin explicó que en el campo de la Salud el DNU “suprime el ArLab, una red de laboratorios públicos que permite regular precios de medicamentos, se libera el precio de las empresas de Medicina prepagas, a partir de ahora solo se aceptarán recetas médicas digitales, se modifica la ley de genéricos. Nada de todo esto viene a resolver los problemas reales del sistema de salud en Argentina”.
“El DNU tiene graves problemas de forma porque quiere modificar 300 leyes de solo zarpazo. Da la sensación de que atrás de cada una de las medidas hay un negocio hecho a medida de una corporación”, argumentó el diputado.
Algunos referentes del público celebraron el encuentro y la disertación de Yedlin y pidieron organizar al pueblo y movilizar a la sociedad. Silvia Rojkes pidió “llevar adelante más acciones para dialogar con el pueblo”.
Por otro lado Silvia de la Vega, una vecina participante, leyó una carta en donde se le pidió a los diputados y senadores defender la Patria y rechazar el DNU , además de recordar el artículo 29 de la Constitución Nacional donde se instaura la figura de traidores a la patria a quienes intentan vender los valores sagrados de la misma.
Durante el cierre y en el marco de un entusiasmo general se propuso una nueva reunión de reflexión sobre la Ley Ómnibus para el viernes 19 de diciembre, luego del abordaje del DNU en el Congreso.